Fascinado por el mundo de las abejas, empecé a adentrarme en el mundo de la apicultura como aficionado hace unos diez años con 2 colmenas, hoy en día las existencias han aumentado y se acerca el momento de la jubilación profesional, he decidido dedicarme por completo a esta afición que se está convirtiendo en una actividad en toda regla. Mi filosofía seguirá siendo la misma, no quiero hacer una apicultura intensiva, donde sólo cuenten los rendimientos, sino una apicultura respetando a la abeja, introduciendo los menos productos posibles en la colmena, dejando que las abejas construyan su propia cera, y no cogiendo la miel en el cuerpo de la colmena. Por eso he llamado a mi colmenar "el colmenar de las abejas libres". Son libres de construir su propia cera y, como no practican la trashumancia, son libres de recolectar las flores que les convienen. La miel que podrá degustar será una miel de todas las flores con sabores delicados. Para que esta miel sea única, extraigo y envaso la miel de cada colmenar por separado, por lo que será diferente en cada colmenar y nunca idéntica de un año a otro.